El problema de la vivienda es acuciante entre los humanos. En Dwarfilandia todos tenemos un piso de similares características, aunque los materiales de construcción difieren. Para nosotros todo lo que extraemos de las minas no tiene ningún valor crematístico, sino que vale para construir nuestros hogares y para acomodarnos como auténticos dwarfos. Sin embargo, entre los humanos el tema de las viviendas es algo incomprensible. Los metros cuadrados se alquilan o se venden a precios desorbitados y nadie lo controla. Yo supongo que será porque a nadie le da la gana controlarlo y porque en juego hay muchos intereses económicos ligados a la política. De hecho, cada vez que aparece un escándalo político importante está relacionado con el ámbito de la construcción. Luego, los intelectuales de pacotilla y voceros de tertulia aseguran que el gobierno no puede controlar las subidas de los precios de las viviendas, bla, bla, bla... Menuda milonga que venden a estos humanos. Se creen todos superlistos, cuando en realidad son bastante zoquetes. ¡Cuánto les falta por aprender!