Bueno, bueno, al final las cosas se ponen en su sitio y ya nos vamos apañando en el nuevo hogar. Es un sitio precioso y cada vez más me recogen y me llevan a ver series, filmes y a comer con mis dueños y parientes, que ya estamos emparentados como uña y trapo. Como decía unas semanas, SOY FELIZ. Ya sólo me falta que se pase Sibling por aquí y me haga un trabajillo
martes, diciembre 20, 2005
lunes, diciembre 12, 2005
Snif, snif. Desde que mis dueños se mudaron a su casa gigante de más de 100 metros, se olvidan de mí. Pasan todo el rato de mí, se olvidan de llevarme junto a ellos al televisor, ya no comemos juntos (me estoy quedando un poco desnutrido) y me dejan aplastado junto a la almohada cada mañana. Ya no me quieren, sólo se quieren a ellos mismos... Bueno, ahora estoy un poco perdido porque en medio de tanto desamparo resulta que Jaime me ha adoptado como padre, ya que Madre Máquina nunca tuvo pareja. Qué raro es este mundo humano. Como sigan pasando de mí, me vuelvo a Londres. O a Dwarfilandia.