Sleepy Dwarfo

Mi vida, por Sleepy Dwarfo, uno de los aproximadamente 50.000 dwarfos de Dwarfilandia.

viernes, septiembre 16, 2005


A pesar de la fiesta que nos hemos pegado en Dwarfilandia, Loris Capirossi ha comenzado muy bien los entrenamientos en Motegi. En la segunda tanda de los primeros entrenamientos oficiales ha pulverizado el récord del circuito que el año pasado puso Tamada. Lástima que en la última vuelta, John Hopkins haya conseguido superarle. Los cuatro primeros han sido Hopkins (Suzuki), Loris (Ducati), Kenny Roberts Jr. (Suzuki) y Valentino Rossi (Yamaha). Un jarro de agua fría para Honda, que es la dueña del circuito, pero todavía queda mucho entrenamiento y la carrera para que alguno de Honda gane. De todos modos, Motero Dwarfo me comenta que si la carrera quedara así, o similar, Valentino Rossi sería campeón del mundo, que eso es algo que debe ya sacar de las casillas a los de Honda. Las buenas noticias siguen, ya que Loris ha renovado con Ducati, y también lo ha anunciado en Motegi. En la foto le vemos en la rueda de prensa, con una cara de resaca tremenda por la fiesta gigante que celebramos en su honor.

jueves, septiembre 15, 2005

Ayer se me olvidó comentaros que, además de Gofer, también existen Goferines, que son las hembras. Estas son igual físicamente, aunque con bastante más pelo y un par de ubres. Según dicen nuestros científicos de Dwarfilandia, sólo existen 4, aunque es posible que haya más, quién sabe. Siempre van juntas y son mucho más peligrosas porque sólo comen dwarfos. Eso sí, con uno que pillen pueden estarse varios años, así que cuando nos damos el disgusto de que un dwarfo ha sido devorado por una Goferine, pasado el llanto nos animamos pensando que llegan tiempos de paz. El último en palmarla fue el pobre Cazador Dwarfo, que después de una asamblea fue elegido como el más valiente para ir a matar a las 4 Goferines, y así, que se acabara extinguiendo la especie. De Cazador encontramos un día el gorro, trozos de felpa y el machete que le prestó Bandarra Dwarfo, así que snif, snif, le perdimos en acto de servicio.

miércoles, septiembre 14, 2005

Todo el mundo sabe que el Rift Valley es una de las zonas del mundo más rica en fauna. También, gracias a los descubrimientos paleontológicos, es allí justo donde se considera que comenzó la humanidad, o al menos los primeros homínidos, en la que se conoce como teoría del East Side Story (precisamente por ser al este del valle del Rift el lugar del mundo donde se han encontrado más restos de homínidos). También se sabe que algún día la placa continental que forma ese valle acabará por separarlo del continente y lo llevará al mar y justo entonces es probable que gran parte de la fauna que allí existe desaparezca. Pero mientras tanto, allí pululan todo tipo de animales, entre los que se encuentra el principal enemigo de los dwarfos, el Gofer.
El Gofer tiene el aspecto de un jabalí, pero es algo más grande, despide un olor característico, tiene mucho más pelo y no presenta colmillos externos. Su sentido del olfato es absolutamente desastroso, pero lo compensa con una vista prodigiosa. Su alimentación principal son las espinas de las acacias, pero de vez en cuando le gusta darse un atracón de dwarfos. No se comprende muy bien ese cambio radical en su dieta y además no hay una pauta temporal ni estacional para que lo haga. Le gustan los ambientes húmedos (al igual que a los dwarfos, ya que allí están todas las setas del mundo) y con escasa luz. Por suerte para los dwarfos no suelen ir en manadas, aunque alguna vez organizan un ataque en grupo que parece hasta deliberado. Los científicos dwarfos (que también los hay) todavía no se han puesto de acuerdo sobre su inteligencia, pero parece que supera a la de otros muchos animales selváticos. Nosotros, por si acaso, cuando vemos a alguno nos alejamos lo más posible y nos escondemos dentro de nuestros hogares o de alguna corteza de árbol. La mejor defensa contra un Gofer es que no te vea.

martes, septiembre 13, 2005

No creáis que Dwarfilandia es una aldea perdida, sin ningún tipo de avances técnicos. Realmente, en muchas cosas estamos más avanzados que los humanos. Por ejemplo, somos capaces de editar un periódico para 50.000 dwarfos con sólo 1 persona trabajando en él. No es que esto sea explotación, es que hay una serie de profesiones para las que hay dwarfos especializados: Motero Dwarfo, Piloto Dwarfo, Médico Dwarfo, Composer Dwarfo...
Pues bien, Reportero Dwarfo tiene, desde hace 500 años, la exclusividad para comunicar las noticias en Dwarfilandia. Mucho antes de que empezaran los periódicos en la tierra, en Kenia -que al fin y al cabo siempre hemos sido pioneros, incluso en la aparición del ser humano- ya había uno que se llama Dwarfinews, en papel (reciclado) que obtenemos de la vegetación de la sabana. Dwarfinews tiene 80 páginas diarias y nos pone al día de todo lo que sucede en el mundo, con fotos y textos que el propio Reportero Dwarfo obtiene él solito, gracias a la celeridad del teletransportador. Gracias a él, nos enteramos de que un tal Colón había descubierto un continente que los Dwarfos ya conocíamos, de que hubo una Revolución en Francia, otra en Inglaterra, que los países ricos habían decidido repartirse África (snif), que hubo 2 guerras mundiales, que hubo otra en España (qué penita ver las fotos), que hubo un presidente de los EEUU que se llamaba Kennedy y otro que se llamó Nixon y que era un hijo de puta, en fin, de todo...
Es una lástima que vosotros los humanos no podáis venir a Dwarfilandia (sólo Capirossi), porque podríais consultar nuestra Dwarfohemeroteca con la historia contada tal como fue, sin tener que acudir a documentos ni nada por el estilo. Je, je...


El sistema político de Dwarfilandia no tiene nombre, pero está basado en la igualdad entre todos los dwarfos. No hay plusvalía,porque no hay empresarios, ni dueños, ni amos, ni religión. Cada dwarfo recibe una cantidad de setas igual al de los demás. Los trabajos en la mina(lugar donde trabajan prácticamente todos los enanos) no son para lucrarse, sino para extraer minerales con los que hacer las viviendas. Los hay que las tienen de oro, de platino o de plata, pero en realidad da lo mismo, porque no tienen ningún valor dentro de nuestra economía. Nuestro bien más preciado son las setas y sus derivados (como el licor de setas que hace maravillas en las fiestas). Una vez tuvimos una monarquía, pero el rey consideró que él debía ser el dueño y señor de todas las setas y las reunió bajo su techo con la intención de utilizarlas como le vinieran en gana. Como es lógico, el resto de dwarfos no comprendimos porque un tipo tenía que tener más setas que los demás y decidimos apalearle, lincharle y liquidarle en el que ha sido uno de los escasos actos de violencia contra otro dwarfo desde que se fundó nuestro país (Dwarfilandia). En uno de mis viajes por España, en concreto en Burgos, descubrí que en la fachada principal de la catedral, entre otras estatuas de reyes, habían instalado una estatua del rey Dwarfo. Todavía no he adivinado la razón de que esté allí, pero ya me enteraré. La prueba de que lo que digo es cierto está en la fotografía que ilustra esta entrada. Por si alguien no lo detecta, el rey Dwarfo es el cuarto empezando por la izquierda (si amplias la foto lo verás mucho mejor).

viernes, septiembre 09, 2005

Hoy os voy a hablar de mis orígenes. Corría 1854 cuando una preciosa máquina sita en Tower Bridge (London) daba a luz a la más maravillosa de sus creaciones: yo. Esa máquina, Madre Máquina, era la hija de otra máquina, Abuela ¨Máquina. Mi abuela era un trasto que funcionaba a mano y que tenía que ser accionada por humanos, allá por el siglo XVI y XVII. Hizo grandes enanos, como por ejemplo, Ilustrado Dwarfo, uno de los listos, y también grandes cagadas, como el pobre abuelete de Sabio, del que os hablaré en otra ocasión. Pues bien, la pobre Abuela Máquina fue desmantelada con la llegada de la Revolución Industrial, momento en que nació Madre Máquina, mi mami, que lleva 250 años en la torre dando a luz enanos y enanos para que habiten Dwarfilandia. En 1854, yo apenas medía 3 cm, era como un enano para llevar enganchado en el llavero, y a pesar de mi corta estatura, me puse como un chalado a recorrer Londres, en ese momento muy agitada, hasta que encontré un árbol en Oxford Street e hice una casa en la copa para vivir tranquilito.

jueves, septiembre 08, 2005

Ya he hablado de la importancia de tener unos buenos dueños, pero no siempre los hemos tenido, o al menos no todos los dwarfos. Yo nací, como se sabe, en Londres, de las entrañas de Madre Máquina. Durante muchos años fui un dwarfo libre que iba y venía por Londres con su mochila. Un día, no hace mucho tiempo, fui secuestrado y me llevaron (bastante prensado) hasta Mallorca. Allí me colocaron en una estantería hasta que una pareja española se apoderó de mí (sus siglas son B.A y J.L.G.). Por suerte ellos sólo me querían como un presente de sus viajes isleños para otra pareja que vive en Madrid y que son los que me tratan como a un auténtico dwarfo. Vivo en su casa, me dejan largarme cuando quiero a Dwarfilandia y además me llevan con ellos en sus viajes. A veces les vacilo un poco, pero por norma general me llevo muy bien con ellos. De hecho a Bego la quiero y su compañero de piso y de alma (J.F.) me cae bastante bien. Otros dwarfos no han tenido tanta suerte como yo y han caído en peores manos e incluso algunos han perecido en las fauces de algún Gofer, pero eso es otra historia.

miércoles, septiembre 07, 2005


Hoy os voy a hablar aqui de uno de mis mejores amigos, otro enanito como yo, pero de Italia (y conste que no es Romano Dwarfo). Mi amigo, Loris Capirossi, es el único ser humano (por su altura enanesca) capaz de entrar en el teletransportador dwárfico e ir a Dwarfilandia. Es el ídolo de la afición local, sobre todo de Motero Dwarfo. Antes de la carrera, a Capirossi siempre le llamo para decirle en qué puesto debe quedar en la carrera, generalmente el octavo. La mayoría de las veces pasa de mí, como la última carrera, que al chalado se le ocurrió quedar segundo, algo que no recordaba ni Matusalem Dwarfo. Y es que esto es un problema, porque siempre que participa hay fiesta en Dwarfilandia, pero si queda el segundo son ¡¡¡3 SEMANAS SEGUIDAS!!! de fiesta, todo el rato tomando zumo de setas... Llevamos una semana y media, y queda otro tanto, de fiesta total por culpa de Capirossi, que por cierto está tirado en medio de Dwarfilandia sin reaccionar. ¿Le habrá pasado algo?
¡¡¡VIVA CAPI-ROSSI!!!

martes, septiembre 06, 2005

Lo cierto es que tengo tantas cosas que contar de Dwarfilandia que no sé por dónde empezar. Quizás por la foto que he publicado. Es un retrato que me han tomado en El Djem, un pueblo tunecino con unas ruinas romanas maravillosas, y es que me encantan las ruinas, y hacerme fotos. Supongo que soy el único dwarfo que se hace fotografías en diferentes lugares del mundo, pero es que tengo mucha suerte con mis dueños y también con mi cuerpazo, que por algo soy Mister Dwarfo. Lo llevo siendo muchos años y creo que seguiré así durante muchas generaciones. Si os fijais en mi ropa veréis que soy el auténtico Sleepy Dwarfo. Hay muchas imitaciones, pero van de verde, los cretinillos.

lunes, septiembre 05, 2005


HOLA A TODOS!!!

Mi nombre es Sleepy Dwarfo y mi cara os sonará porque hace 70 años participé en un falso documental dirigido por un fascista (para colmo, le dieron el Óscar a él después de tenernos extorsionados en un decorat).Lo único de verdad del falso documental es que me paso todo el rato durmiendo en la vida real.
Como dice en mi profile,nací en Londres, aunque el Blogger este no me ha dejado poner mi fecha real de nacimiento, allá por 1854, decía que era un error. Aquí me veis, tan guapo y con 151 años, un niñito, porque nosotros los dwarfos somos capaces de vivir 3.000 años (o más, dependiendo de quiénes sean nuestros dueños y de la calidad del trapo con el que nos haya hecho Madre Máquina; yo soy de lo mejorcito y por eso año tras año y mes tras mes me eligen Mr. Dwarfo en Dwarfilandia, mi aldea de origen, en Kenia.